Si entendemos cómo funciona el miedo a emprender podemos anticipar los efectos que produce en nosotros, identificarlos, anticiparlos y superarlos.
Empecemos por identificar dónde se ubica el miedo:
Se encuentra en el cerebro reptiliano, el cual tiene como objetivo protegernos de toda amenaza externa y lo hace obligándonos a huir o a atacar. Es el que controla nuestros comportamientos y pensamientos instintivos para sobrevivir.
Hay dos principales tipos de miedo a emprender:
1- El miedo que paraliza
Este miedo tiene una función en particular, evitar que tomemos acción a emprender, mantenernos quietos, paralizados; la razón es simple: lo que no se mueve no se expone y lo que no está expuesto se preserva. El cerebro reptiliano cumple su objetivo y usa el miedo como herramienta de protección.
¿Cómo enfrentar el miedo paralizante?
Una de las formas para superar este miedo, se realiza mediante el siguiente cuestionamiento: ¿A qué le estoy teniendo miedo? – A la respuesta que des, simplemente refútala, contradícela, es difícil, sí, pero hazlo bajo este principio:
El 90% del miedo son imaginarios que elaboras en tu mente nunca llegan a hacerse realidad, es el producto de una parte de tu cerebro que está trabajando para protegerte, esos miedos están en la mente y no en el exterior, a menos que tengas a un tigre frente a ti, en este caso la pregunta sería: ¿Qué carajos has hecho para estar expuesto frente a un tigre?
Ejemplo:
- El miedo convierte en extraños a aquellos que, de otra manera, podrían ser amigos.
- El miedo convierte a grandes oportunidades en fracasos mentales.
- El miedo convierte en simples sueños, a ideas que pudieron ser determinantes.
- El miedo convierte a un emprendimiento en un costal de anhelos irrealizables.
2- El miedo que motiva
Este es el miedo que visto desde la perspectiva adecuada, puede llegar a ser nuestro mejor aliado. Como podrás deducir, esta clase de miedo lo que genera es una alerta que nos motiva a actuar, a movernos, a tomar acción, porque de una manera u otra, ese escenario imaginario que nos anticipa, no estamos dispuestos a tolerarlo ni sumergirnos en él.
Es como si nos pusieran un cohete en la espalda del cual no nos vamos a dejar alcanzar.
Ejemplo:
- Si te van a echar de casa, de la oficina o del estudio por falta de pago, te mueves.
- Si vas a perder lo que tanto te costó lograrlo, te mueves.
- Si vas a perder un vuelo y no tienes dinero para pagar otro, corres.
- Si vas a perder tu salud por tus hábitos, cambias.
Es esa sensación que te motiva a no entrar a una situación donde no deseas estar.
Así las cosas, puedes decirle directamente a tu cerebro que ya sabes lo que hace en ti, que ahora las reglas van a cambiar y que el control lo tienes tú.
El reto: en las próximas 24 horas, haz una sola cosa de la cual sueles huir, haz algo que le temas por pequeño que sea y comprueba que el miedo está en tu mente y no en el exterior.
El miedo a emprender no se crea por lo que nos rodea, un pensamiento no es real hasta que hagamos todo lo necesario para que así sea.
Si identificas a qué le tienes miedo, lo ubicas y lo anticipas, lo vuelves una motivación.
Es normal sentir temor y pasar momentos de incertidumbre, lo que no es sano ni normal es dejar que el miedo nos paralice y dejar de disfrutar lo mejor de nuestra vida.
Recuerda: el Miedo no quiere dejarte hacer nada, porque es la manera que garantiza que te mantengas a salvo, no es tan malo, pero sí improductivo!
No dejes que te paralice, identifica tus miedos y vuelvelos energía positiva y proactiva.
El miedo es producto denuestra mente, debemos vencer ese pensamiento para salir de la zona de confort y tener un futuro brillante.